“No uso chaleco contra balas, porque no le tengo miedo a los sicarios, que vengan aquí los espero”, fueron las últimas palabras que sellaron el destino del periodista y candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, asesinado por sicarios este miércoles tras un acto público de su campaña. Todo Ecuador –y el mundo con ellos- ha quedado impactado por el crimen, que se realizó a plena luz del día y que dejó además del malogrado candidato, a uno de los asesinos muerto en el ataque. Apenas informado de la trágica nueva, el presidente Guillermo Lasso acusó al crimen organizado del asesinato. A través de su cuenta de Twitter, el mandatario escribió: “el crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”, señaló, agregando su “indignación” y asegurando que “este crimen no va a quedar impune”. Según la policía que logró detener a seis de los ocho sicarios, todos serían de nacionalidad colombiana y supuestamente habrían actuado bajo encargo de la banda criminal de ”Los Choneros”, la cual tiene nexos con el Cártel de Sinaloa, quién habría amenazado de muerte con antelación a Villavicencio.
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