Como una “decisión en la dirección correcta”, calificó este martes el gobierno cubano, el anuncio de los Estados Unidos de retirar a la isla de su lista de países patrocinadores del terrorismo. Pese a la histórica medida adoptada desde Washington, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba describió el hecho como un paso “muy limitado” en medio de una política que considera “cruel e injusta”. En un comunicado oficial, el Gobierno cubano señaló que, a pesar de la decisión, “la guerra económica permanece”, haciendo referencia al embargo económico y las medidas coercitivas que siguen vigentes contra la isla. En paralelo al anuncio, el Gobierno cubano informó la liberación de 553 personas sancionadas por delitos diversos, una decisión que, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue comunicada al Papa Francisco por el presidente Miguel Díaz-Canel. El anuncio de Estados Unidos ha sido interpretado como un gesto en apoyo a las negociaciones entre Cuba y el Vaticano, enfocadas en avanzar hacia la liberación de presos políticos y el respeto a los derechos humanos en la isla. Con esta decisión, la Administración de Joe Biden busca revitalizar el diálogo con el Gobierno cubano, aunque las tensiones entre ambos países persisten, marcadas por años de sanciones económicas y políticas restrictivas.
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