En un hecho sin precedentes en la política chilena, la Comisión Mixta de Presupuesto rechazó prácticamente la totalidad del proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el Gobierno, generando una compleja situación para La Moneda y un duro golpe a la gestión del Ministerio de Hacienda. El rechazo masivo afecta a la mayoría de las partidas ministeriales, dejando solo un número reducido de ítems aprobados. La medida evidencia la falta de acuerdos políticos y el profundo distanciamiento entre los bloques parlamentarios, que no lograron consensuar áreas clave como salud, educación, seguridad y vivienda. La situación pone al Gobierno en una posición frágil de cara a la discusión en el Congreso, ya que deberá reponer los recursos rechazados y negociar contrarreloj para evitar un escenario de parálisis presupuestaria. Desde la oposición, parlamentarios han acusado al Ejecutivo de falta de transparencia y de no escuchar las demandas de las regiones ni de los sectores productivos. En tanto, el oficialismo atribuye el rechazo a un bloqueo político deliberado, destinado a debilitar la agenda gubernamental. El episodio marca un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno y el Parlamento, y podría tener repercusiones significativas en la estabilidad política y económica del país durante los próximos meses, al ser la primera vez que una comisión mixta desestima casi por completo un proyecto presupuestario.
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