Un equipo internacional de científicos del Instituto Max Planck de Alemania , han resucitado un antiguo gusano redondo (nematodo) que estuvo congelado en el permafrost siberiano durante miles de años. La datación por radiocarbono muestra que estos gusanos han estado «despiertos» en partes de Siberia desde hace más de 46.000 años. El gusano fue encontrado enterrado a unos 131 pies en el permafrost siberiano. El equipo científico analizó el material vegetal en las cercanías del gusano y estimó que éste se congeló hace entre 45.839 y 47.769 años. El espécimen encontrado, se habría preservado gracias a que cayó en un estado de criptobiosis, es decir suspendiendo sus procesos metabólicos, al estar en una condicional ambiental extrema, como podría haber sido el congelamiento total del ambiente donde estaba. Si los científicos pueden comprender completamente cómo ocurre la criptobiosis, ello podría ayudar a encontrar formas de almacenar células durante largos períodos de tiempo, lo cual permitiría preservar -por ejemplo- las humanas, por un período indefinido.
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