Corea del Sur y España se unieron este viernes, a los países que impusieron restricciones a los viajeros que llegan desde China, país que insiste en que sus datos de COVID-19 son transparentes. En contraste, los medios occidentales siguen reportando crecientes y peligrosas nuevas olas de contagios, donde miles de personas estarían falleciendo y millones estarían contagiadas, después de relajar las restricciones bajo su política de cero COVID-19. Los videos difundidos por las cadenas occidentales, muestran hospitales y crematorios chinos inundados de pacientes y fallecidos por COVID. India, Italia, Japón, Taiwán y los EE. UU. ya han ordenado a sus servicios de aduana, exigir informes negativos de COVID-19 para poder ingresar, a todos los ciudadanos chinos o extranjeros que regresan del gigante asiático. Mientras tanto, China aprobó condicionalmente el tratamiento anti COVID-19 de Merck con sede en EE. UU., Molnupiravir.
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