La estrategia de cautela de Chile Vamos en el caso Monsalve ha evolucionado hacia un enfoque más crítico en las últimas semanas, dejando atrás las típicas acusaciones constitucionales y optando por investigaciones más profundas y querellas. Los líderes de la coalición, incluido el diputado Guillermo Ramírez de la UDI y el senador Rodrigo Galilea de RN, han mantenido la postura de no buscar la remoción del presidente, enfocándose en cambio en la responsabilidad de La Moneda en el manejo del escándalo. Este cambio de enfoque ha visto el uso intensificado del término “pacto de silencio” por figuras como la alcaldesa saliente Evelyn Matthei, quien criticó la gestión del gobierno en el caso, señalando un intento por ocultar los hechos y criticando la aparente falta de comunicación interna entre los ministros. En respuesta a las acusaciones, el presidente Gabriel Boric ha hecho esfuerzos por dialogar y encontrar puntos en común con sus opositores, como lo demostró en un reciente evento con Guillermo Ramírez, buscando apaciguar las tensiones y fomentar un diálogo constructivo. Aunque la oposición reconoce estos intentos de acercamiento, siguen siendo escépticos respecto a las intenciones del presidente, subrayando que detrás de estos gestos puede haber una estrategia para facilitar la aprobación de futuras reformas, especialmente en el ámbito previsional. Este enfoque dual en la crisis política subraya un complejo equilibrio entre confrontación y cooperación en un clima político cargado.
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