Investigadores de Mayo Clinic están utilizando la tecnología para producir modelos de tejidos de diferentes partes del cuerpo con el fin de estudiar órganos y tejidos dañados o enfermos. Para ello están experimentando con una bioimpresora 3D, para que pueda moldear células vivas para tratamientos o curas de trastornos complejos. “Las bioimpresoras 3D son como las impresoras 3D que imprimen pequeñas miniaturas o piezas de plástico. En lugar de utilizar plásticos duros o metales para la construcción de una pieza o prototipo, las bioimpresoras 3D utilizan materiales biocompatibles que contienen células vivas para imprimir estructuras de tejido tridimensionales que pueden utilizarse para mejorar la salud humana”, explica el Ph.D. Kevin Dicker, experto en bioimpresión y científico del equipo de desarrollo de procesos del Centro de Bioterapias Regenerativas en Arizona. “Las bioimpresoras son herramientas para acelerar la investigación en el campo de la ingeniería de tejidos”. La bioimpresión 3D llama la atención de los investigadores por su potencial para el estudio de la progresión de la enfermedad y para el análisis de nuevos tratamientos para afecciones como fallo multiorgánico en etapa terminal, defectos del cartílago y dermatitis atópica, también conocida como eccema.
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