“Muy pronto el Dios de la Guerra se hará presente en todo el planeta”, señaló un preocupado periodista ruso, luego que el conflicto entre Rusia y Ucrania, alcanzara un nuevo y peligroso escenario, tras confirmarse un ataque ucraniano con misiles balísticos de largo alcance ATACMS de fabricación estadounidense, a instalaciones militares en territorio ruso. El hecho, ocurrido en la madrugada del martes, a tan solo 24 horas que el Presidente Biden autorizara a Ucrania su uso, marca un hito, al ser la primera vez que este tipo de armamento es utilizado por el ejército ucraniano, para atacar blancos militares contra suelo ruso. El uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania contra territorio ruso abre un capítulo crítico en la guerra, elevando la temperatura bélica a niveles sin precedentes. La posibilidad de respuesta por parte de Vladimir Putin, traducida en una escalada nuclear o de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN, es altamente probable. El gravísimo hecho plantea graves riesgos para la estabilidad global. La única esperanza para la paz global, es que el mandatario ruso quiera esperar hasta el 6 de enero, cuando asuma Donald Trump el gobierno de Estados Unidos y todo decante. Para bien del mundo.
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