Luego que el asteroide Dimorfo, de 10 millones de toneladas, impactara con la sonda DART de más de 600 kilómetros, en septiembre pasado, se produjo una cantidad de escombros que se transformaron en una especie de cola de 10.000 kilómetros, como si fuera un cometa, pero esta vez artificial. La desproporción era tal, que a primera vista parecería que no debería producir ningún efecto.Este es un caso único conocido en que un asteroide, parecido a un cometa, gira alrededor de otro asteroide mayor (Dídimo).
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