El reciente apagón a nivel nacional en Chile, que se extendió desde Arica hasta Los Lagos, ha planteado preocupaciones significativas sobre su impacto económico, especialmente en las proyecciones del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de febrero. Economistas anticipan que el crecimiento económico podría descender significativamente debido a la interrupción de actividades en sectores clave. La estimación inicial de un crecimiento del 2% se ve amenazada, con la posibilidad de un ajuste aún mayor si la interrupción se prolonga. Este evento subraya la vulnerabilidad de las actividades económicas frente a fallos en infraestructuras críticas como el suministro eléctrico. Matías Acevedo, exdirector de Presupuestos, señaló que un día sin actividad puede impactar el Imacec entre 0,2 y 0,5 puntos porcentuales. Esto coloca a la economía en una posición delicada, considerando que sectores como el comercio, la gastronomía y el transporte experimentaron cierres inmediatos, mientras que la minería y la industria pudieron mitigar parcialmente el impacto gracias a generadores propios. La situación pone de relieve la importancia de la resiliencia y la preparación ante emergencias para minimizar los efectos económicos adversos de futuros cortes de energía.
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