Narayan Dabhalka, un hombre indio de 85 años, enfermo grave de coronavirus, se convirtió en mártir de la pandemia. Fue en el Hospital “Ghandi Rughnalaya”, donde decidió dar su cama a otro hombre. “Salvar la vida de un joven era lo más importante para mí”, dijo, mientras se levantaba y se dirigía a su casa, donde murió junto a los suyos a las pocas horas.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis