El presupuesto del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio para 2026 ha generado controversia al registrar un aumento del 10,7%, el más alto entre los ministerios, aunque solo representa el 0,6% del gasto público total, equivalente a $549.268 millones. Este incremento, defendido por el gobierno como una inversión en cohesión social, ha sido criticado por parlamentarios de oposición, quienes lo califican de desproporcionado. Expertos como Bárbara Negrón, del Observatorio de Políticas Culturales, señalan que, pese a ser significativo para el sector, su impacto global es limitado. Los recursos se destinarán principalmente a programas como el Pase Cultural, que experimenta un alza del 65,5% para ampliar su cobertura a jóvenes de 18 y 19 años, y a fondos concursables, que suman $90.576 millones, con énfasis en el Fondo de Fomento Audiovisual. Además, se financiará la creación de siete orquestas regionales profesionales, asegurando al menos una por región, con un aumento del 89,6% en esta área. Sin embargo, el presupuesto para bibliotecas CRA se reduce, generando tensiones. La partida incluye transferencias a instituciones colaboradoras, como teatros regionales y el Centro de Extensión de la Universidad de Chile, y un incremento del 19,7% para el Programa de Organizaciones Colaboradoras del Estado.
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