Ante las medidas extremas implementadas por los gobiernos de Chile y Perú, en sus fronteras, y el estado de emergencia declarado por el gobierno de la presidenta Boluarte en Perú, Amnistía Internacional llamó a ambos gobiernos a poner fin a la militarización de dichos puntos divisorios. En respuesta a la llegada de personas migrantes, principalmente provenientes de Venezuela y Haití, el organismo internacional recuerda a ambos países que se trata de una crisis de personas en necesidad de protección, quienes requieren una atención integral que ponga los derechos humanos en el centro de la respuesta de ambas naciones. “Al militarizar las fronteras y cerrar la puerta a miles de personas, entre ellas niñas y niños, que huyen de masivas violaciones de derechos humanos en sus países de origen, los gobiernos de Boric y Boluarte están agravando inútilmente la situación, convirtiéndola en una crisis humanitaria que aumenta el riesgo para la vida y seguridad de estas personas”, dijo Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas.
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