Alexis Sánchez es diferente | Publimicro

Alexis Sánchez es diferente


Sebastián Fuentes Barraza
Sociólogo

Este fin de semana se vivió en el futbol francés otra magnífica actuación de Alexis Sánchez y un sitio de fútbol francés se preguntaba “¿qué sería del Olympique de Marsella sin él? La respuesta es que Olympique de Marsella sería un equipo que no marcaría diferencias.

Para que las cosas funcionen dentro de un equipo, cada integrante debe hacer operativamente su labor. El espigado y de manos grandes debe atajar el balón, el rústico y fortacho debe despejar el balón, y el que tiene la cintura de goma para eludir rivales que el común no puede, visión de juego periférica para dar pases que el común no puede y capacidad de anotar goles que el común no puede, debe marcar la diferencia. Ese es Alexis.

Durante su etapa en Manchester y en Milán, cuando entraba desde el banquillo, se quejaba constantemente con sus compañeros de equipo cuando no le llegaban balones. Yo vi a un jugador amargado y no entendía su negatividad. Esa historia terminó con Alexis publicando en redes sociales la foto de un Ferrari en la arena acompañada con letras grandes que decían: “date cuenta: tu puedes valer mucho, pero si estas en el lugar equivocado, no vas a brillar”. Ahora que lo veo brillando en Marsella lo entiendo.

Lo cierto, es que en la carrera de Alexis no siempre se le ha respetado su rol en la cancha, a pesar de que su talento salta a la vista fácilmente y todo espectador puede esperar de él que desequilibre con una jugada mágica en cualquier momento. Por ejemplo, cuando llegó a Barcelona, Iniesta en el primer entrenamiento le dijo “acá el que menos la tiene es el que mejor juega”. Sospecho que ese consejo gratuito se puede considerar como un regalo envenenado, porque Messi, Xavi y por supuesto Iniesta la tenían todo el tiempo y lo que se hizo con Alexis en Barcelona fue utilizarlo en la posición de extremo, pegado a la línea para estirar la cancha y estos tres disfrutaran de más espacio. Claro está que así Alexis recibía muy pocos balones. Solo en Arsenal se respetó la naturaleza de Alexis y allí cuajó sus mejores temporadas.

Parece que Alexis pensó en todo esto un día y se preguntó ¿Y si mi carrera hubiera podido ser mejor, lejos de las orillas de la cancha en Barcelona o los banquillos de Manchester y Milán? Porque se sabe diferente, se colocó en pie de guerra y se rebeló del consejo de Iniesta, exigió los balones y partió a otro lugar en donde creyeran en él como hicieron en Arsenal. Ahora, allá en Marsella no quieren que se vaya, mientras yo me pregunto acá ¿qué sería de la selección chilena sin él?

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Publimicro.

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