Una reciente investigación del Laboratorio de Toxinas de la Universidad de Chile ha revelado preocupantes niveles de contaminación en el lago Llanquihue, en la Región de Los Lagos, debido principalmente a conexiones domésticas irregulares al sistema de alcantarillado. Estas prácticas han facilitado la introducción directa de desechos al lago, elevando los niveles de coliformes fecales y contribuyendo a florecimientos algales cerca de Puerto Octay, lo que podría derivar en floraciones nocivas que afecten las aguas usadas para recreación. Además, la investigación ha detectado una alta presencia de nitratos, originados por actividades agrícolas y otras fuentes humanas, lo que junto a un incremento de parcelaciones y variabilidad climática desde 2020, potencia el riesgo de contaminación de las napas subterráneas. La alcaldesa de Puerto Octay, María Elena Ojeda, reconoce la gravedad de la situación y ha enfatizado en reuniones con residentes locales que, aunque la planta de tratamiento ha sido frecuentemente fiscalizada y cumple con las normativas, el problema principal reside en las numerosas conexiones ilegales que comprometen la calidad del agua del lago. Este estudio subraya la urgencia de regularizar estas conexiones para mitigar la contaminación y preservar el entorno natural y las actividades recreativas del lago Llanquihue, destacando la necesidad de una acción coordinada para proteger este valioso recurso hídrico.
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