Las ciudades alemanas están apagando los focos de los monumentos públicos y de las fuentes de las plazas, además de imponer duchas frías en las piscinas municipales y los pabellones deportivos. Todo esto es parte de un plan de emergencia de reducción de costos, mientras el país se apresura a reducir su consumo de energía ante la inminente crisis del gas en Rusia. Hanover se convirtió en la primera gran ciudad germana en anunciar medidas de ahorro de energía, informó The Guardian. .
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