“No tenía nada que hacer en casa”, fue la razón con la cual, por segunda elección consecutiva, una mujer de 80 años identificada como Mónica Gómez, se ofreció como vocal de mesa voluntaria en Concepción. “Vivo sola, paso sola y a veces me dan ganas de llorar, porque no tengo con quién conversar”, señaló la mujer, quién fue finalmente designada como vocal a la mesa 80 del Liceo Salesianos de Concepción.
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