En una operación de fiscalización destacada, la Aduana de San Antonio, en la región de Valparaíso, Chile, incautó aproximadamente 2 toneladas de vainillas y casquillos de municiones de diversos calibres. La mercancía fue detectada oculta en sacos dentro de un contenedor que se declaraba para exportación como desperdicios y desechos de cobre, con destino desde el Puerto de San Antonio. El hallazgo se produjo durante una inspección física rutinaria, donde el personal aduanero, en colaboración con la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), verificó que los artículos no contaban con los permisos requeridos por la ley 17.798 sobre elementos controlados. La jefa de fiscalización de Aduana San Antonio, Natalia Garay, explicó que el procedimiento implicó un trabajo arduo de pesaje, contabilización y análisis documental. Como resultado, se presentaron dos denuncias formales: una por declaración maliciosamente falsa en la exportación, bajo el artículo 169, y otra por contrabando de mercancías prohibidas, al carecer de autorización de la DGMN. Estas acciones constituyen delitos base para lavado de activos, según destacó Garay. La incautación reviste especial importancia en el contexto actual de robo de cableado y cobre, fenómeno que ha motivado una fiscalización intensiva en varias aduanas chilenas.
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