Tras 40 días de paralización, el gobierno federal de Estados Unidos reabrirá sus puertas gracias a un acuerdo alcanzado entre senadores republicanos y demócratas. Este cierre, el más prolongado en la historia del país, había suspendido los salarios de aproximadamente 650.000 funcionarios federales y provocado el cierre de servicios esenciales, afectando desde la distribución de cupones de alimentos hasta la operatividad de aeropuertos debido a la escasez de personal. La negociación, liderada por senadores como Angus King, Jeanne Shaheen y Maggie Hassan por el lado demócrata, junto con republicanos, permitirá la aprobación de fondos presupuestarios para departamentos clave como Agricultura y Asuntos de Veteranos hasta el 30 de enero. Además, incluye compromisos para el pago retroactivo de salarios y la reintegración de empleados suspendidos. Como parte del pacto, el senador republicano John Thune se comprometió a votar en diciembre una extensión de los subsidios de Obamacare, un punto crítico que había obstaculizado previos acuerdos. El presidente Donald Trump expresó optimismo sobre la resolución, señalando que se acerca el fin del impasse. Este acuerdo no solo mitiga el impacto económico y social inmediato, sino que establece un precedente para la cooperación bipartidista en futuras crisis presupuestarias.
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