Las constantes bajas temperatura, propios de esta época del año, representan un serio riesgo para la salud de las personas mayores, especialmente aquellas que presentan patologías crónicas, además de otros síndromes geriátricos. Esto se debe principalmente a que con el envejecimiento disminuyen las defensas inmunológicas y la capacidad para regular la temperatura corporal. Así lo advirtió la docente de Técnico en Enfermería del Centro de Formación Técnica (CFT) Santo Tomás Puente Alto, Yulizen Alfonso. De acuerdo explicó la experta, en personas mayores, el frío puede agravar enfermedades respiratorias y cardiovasculares, debido a la disminución de la reserva fisiológica en el organismo propio del envejecimiento. Además, detalló que las bajas temperaturas producen vasoconstricción, lo que dificulta que los elementos de defensa lleguen a donde se necesitan, dejando a los adultos mayores más vulnerables a infecciones respiratorias”. Por eso, la docente sostuvo que “es fundamental que los adultos mayores y sus familias tomen precauciones como evitar los cambios bruscos de temperatura, usar ropa adecuada y mantener una buena hidratación”. Asimismo, entre las recomendaciones generales, destacó la importancia de realizar ejercicios respiratorios diariamente para mejorar la capacidad pulmonar, mantenerse al día con las vacunas (especialmente la de la influenza) y evitar la calefacción excesiva.
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