Una de las herramientas más tradicionales para pagar y autorizar transacciones, bancarias, la tarjeta de coordenadas, dejará de funcionar este 1 de agosto en todo el país. De acuerdo a la Norma de Carácter General N° 538, emitida por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), este documento dejará de funcionar en la fecha señalada. Además, la disposición fija nuevos estándares mínimos de seguridad y autenticación que deberán cumplir bancos y emisores de medios de pago en Chile. La normativa, según lo difundido por la CMF, obliga a implementar mecanismos de Autenticación Reforzada de Cliente (ARC). Este procedimiento se basa en el uso de al menos dos factores de autenticación distintos e independientes, que pueden corresponder a: conocimiento (contraseñas, números PIN), posesión (token, hardware criptográfico portátil, mensaje OTP, tarjeta de pago o smartphone) e inherencia (verificación biométrica como huella digital, rostro, voz o datos conductuales). La normativa, en sus criterios de robustez, independencia y diferenciación de factores, establece la eliminación de los mecanismos basados en datos impresos utilizados para la autenticación. Este punto marca el fin de la tarjeta de coordenadas, considerada obsoleta ante los riesgos de fraude y suplantación. Así, los clientes deberán migrar hacia métodos más modernos y seguros, como aplicaciones móviles o dispositivos físicos que generen códigos únicos.
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