En una escalada de su campaña contra el narcotráfico, las fuerzas armadas de Estados Unidos han llevado a cabo ataques contra tres embarcaciones sospechosas en el océano Pacífico oriental, resultando en la muerte de ocho personas. Según informes del Comando Sur estadounidense, estas acciones se basaron en inteligencia que confirmaba la participación de las naves en rutas conocidas de tráfico de drogas. Los incidentes, ocurridos recientemente, forman parte de una ofensiva más amplia que, desde principios de septiembre, ha dejado un saldo de al menos 95 muertos y 26 lanchas destruidas en operaciones conjuntas en el Caribe y el Pacífico. El Pentágono, bajo el liderazgo del jefe Pete Hegseth, ha desplegado un significativo contingente militar en la región, incluyendo el portaaviones más grande del mundo y otros buques de guerra, para reforzar estas operaciones. Las autoridades estadounidenses han publicado imágenes en redes sociales que muestran los momentos previos a los ataques, destacando el uso de tecnología avanzada en la identificación y neutralización de objetivos. Mientras el presidente Donald Trump enfatiza que el objetivo principal es combatir el narcotráfico, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha criticado estas acciones, alegando que sirven como pretexto para intentar un cambio de régimen en Venezuela.
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