En un giro inesperado, el gobierno chileno revirtió la suspensión del subsidio al cabotaje en las regiones de Aysén y Magallanes, apenas horas después de anunciar su término. Esta medida, gestionada por la Dirección de Presupuestos (Dipres), busca evitar un alza significativa en los precios de las gasolinas de 93 y 97 octanos en estas zonas australes, donde el subsidio cubre los costos de transporte para mantener la competitividad. Autoridades locales, incluyendo al alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, y al Gobernador de Aysén, Marcelo Santana, celebraron la reposición pero exigieron mayor transparencia y estabilidad en las decisiones gubernamentales, advirtiendo sobre los riesgos de cambios futuros en la administración central. El senador David Sandoval (UDI) aseguró que la tramitación presupuestaria incluirá una revisión para garantizar la continuidad del beneficio, subrayando que la breve suspensión no afectó los precios al consumidor. Este episodio generó confusión y alertó sobre la vulnerabilidad de los apoyos estatales en regiones extremas, destacando la necesidad de políticas claras y sostenibles para el desarrollo territorial.
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