Luego que demócratas y republicanos no consiguieran ponerse de acuerdo para financiar programas y servicios del Gobierno durante el nuevo año fiscal, el Gobierno de Donald Trump tomó una drástica decisión. Este primero de octubre, por orden del Ejecutivo, se cerró parcialmente los llamados servicios “no esenciales”. Los demócratas negociaban la extensión de los beneficios de salud para un gran número de ciudadanos, a quienes se les vence a fin de año, previo acuerdo de financiamiento gubernamental. Lamentablemente, no se llegó a consenso en esta materia. De este modo, los programas de asistencia alimentaria y de la educación preescolar serán cerrados y los parques nacionales quedarán sin personal suficiente para funcionar. Igualmente, muchas oficinas despedirán empleados federales, medida que no le molesta a la administración Trump en su deseo de reducción del Gobierno Federal. Este es el primer cierre federal en siete años, el anterior también se llevó a cabo durante el primer gobierno de Donald Trump.
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