Este jueves 6 de agosto, se conmemora los 80 años del lanzamiento de la Bomba de Hiroshima, evento que marcó el antes y después, en la historia del ser humano, al utilizar energía nuclear para eliminar a sus congéneres. Décadas después, la energía atómica sigue siendo la amenaza para mantener un singular equilibrio entre los potencias del mundo, al actuar como elemento disuasivo. Al menos el 90% de las armas nucleares están repartidas entre Estados Unidos y Rusia. Otros países como Francia, China, Reino Unido, India y Corea del Norte, también cuentan con arsenales nucleares. En 1945, unas 70 mil personas murieron inmediatamente y otras 140 mil lo hicieron en los meses que siguieron. Los sobrevivientes, denominados “hibakusha” debieron dejar atrás los escombros de sus casas, soportaron la falta de comida y agua, que se encontraban radiactivas. Muchos niños quedaron huérfanos, y los pacientes con heridas y quemaduras eran cosa de todos los días. La bomba que destruyó Hiroshima, tenía un poder de 15 kilotones. Hoy la era nuclear se mide en megatones, por lo que su poder de destrucción aumenta considerablemente. Actualmente quedan unos 100 mil “hibakusha”, de acuerdo a informes del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón. Como cada año, se realiza en la ciudad la Ceremonia Conmemorativa de la Paz, cuya finalidad es honrar a los muertos y recordar ese momento para que la historia no vuelva a repetirse.
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