Participación de mercado nacional sigue subiendo como la espuma, gracias al espacio dejado por la importación de vino australiano. Tras las durísimas imposiciones que Beijing pusiera sobre dichos productos, las viñas chilenas han encontrado una excelente oportunidad para mostrar su gran calidad a una exigente y gigantesca plaza como es la china.
Cuando estalla una guerra entre dos países, las batallas pueden llegar a ser muy sangrientas y darse en cualquier campo de batalla. En épocas más románticas, los enfrentamientos eran a punta de espada. Hoy, en tiempos modernos, en muchos casos los combates suelen ser comerciales, a veces tan o más letales que antaño. Es más o menos lo que ocurre entre China y Australia, en su guerra comercial, desde que el gobierno australiano excluyera a Huawei del desarrollo de su red 5G por «cuestiones de seguridad”.
Desde que el 28 de noviembre del 2020, China comenzara a aplicar a los vinos australianos aranceles de hasta 212% para ingresarlos en su país, los productores vitivinícolas oceánicos, se vieron obligados de la noche a la mañana a intentar seducir con sus mostos a los cavistas de Londres, Seúl o Kuala Lumpur, con la esperanza de compensar la disminución de ganancias causada por las tensiones con el gigante asiático.
Es ahí donde entra al ruedo sin quererlo Chile. Beneficiado directamente por los exorbitantes aranceles impuestos por Beijing al vino australiano, la participación en el mercado chino de los vinos nacionales creció de un 13% en 2019 al 20% este año, según detalla Nicolai Samsing, director en Asia de Vinos de Chile. “En lo que va del 2021 Chile ha crecido siete puntos en ventas en todos los mercados de China”, señala el ejecutivo.
Hoy China es el principal destino de los vinos chilenos en el exterior y concentra el 20% del total de la producción que se envía afuera de nuestras fronteras. El encargado de los vinos chilenos en este país, señala que según cifras de la aduana local, en septiembre de este año, el mercado de los vinos importados registró una caída del 13% respecto al 2020. Como contrapartida, los vinos chilenos en el mismo lapsus crecieron un 30%.
“Obviamente, el alza en los aranceles para los mostos australianos, benefició sin duda a nuestro país, oportunidad que se ha sabido capitalizar”, señaló Samsing. La presencia de más de 25 destacadas viñas en el mercado chino, como asimismo otras que vía partners locales, están teniendo una importante presencia en este mercado, también ayudó notablemente que se convirtieran en una excelente opción a los -ahora- casi inexistentes vinos australianos.
Para la celebración del Año Nuevo Chino, que se festeja durante la primera semana de febrero, Nicolay Samsing comenta que se está trabajando para poder satisfacer una gigantesca demanda que, hasta antes del alza de aranceles, era satisfecha por los vinos australianos, los preferidos de los chinos por años. Chile debiera terminar el 2021 de buena manera, con ventas más que atractivas y -lo más importante- posicionando potententemente sus vinos.
“Esperamos para el 2022 que las cosas se normalizen con Australia, pero es una buena oportunidad para posicionar en este período a las viñas chilenas, las que debieran mantener y crecer su participación de los últimos años”, señala Samsing. Y las cifras pareciera que le dan la razón. Según datos oficiales, los envíos de vino nacional en septiembre alcanzaron los US$ 189 millones, 47% más que el 2020, lo que en volumen significa la nada despreciable suma de 48.398 litros embarcados hacia China.
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