Este pasado viernes, una semana después de las trágicas inundaciones en Texas, el presidente de los Estados Unidos junto a su esposa, la primera dama, Melania Trump, viajaron hasta el lugar de los hechos. Los datos actualizados apuntan que hay más 120 fallecidos, de los cuales al menos 27 son niñas que estaban en un campamento de verano y otras 170 personas se encuentran desaparecidas. Los trabajos de búsqueda y rescate prosiguen en los escombros dejados a lo largo del río Guadalupe. Las autoridades han sido criticadas por no haber ordenado la evacuación de todas las zonas de peligro, cercanas al río. El mandatario estadounidense, partidario de eliminar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), y reducir los recursos del Servicio Meteorológico Nacional, por el momento no ha vuelto a hablar del tema. «Nunca había visto algo así. He visto muchos huracanes, tornados y nunca había visto algo de ese tipo. Esto es algo terrible», señaló Trump.
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