Sin escuchar consejos ni creer las noticias que hablan de una inminente destrucción de la Amazonía, producto de la desforestación, aún cuando un informe de su propio gobierno indica que se han perdido más de 13.235 kilómetros cuadrados de selva tropical, el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no hará nada por evitarlo. Es más, comentó: “Si fuera cierto la Amazonía ya sería un desierto”.
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