Tras el anuncio de dejar sin efecto la licitación pública por la confección de carnés y pasaportes, que había ganado el consorcio chino-alemán Aisino, expertos del sector sostienen que el escenario se tornará muy complicado para el Registro Civil y el Gobierno. Las fuentes anticipan que el país debería pagar un alto costo económico y de imagen por esta decisión. La empresa ya presentó una queja con el embajador chileno en Pekín.
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