Una semana de continuas protestas se han realizado en Estambul, la capital turca, tras la detención del alcalde de la ciudad, Ekrem Imamoglu, por el delito de corrupción. El edil apresado es opositor al gobierno del Presidente Recep Tayyip Erdogan. De acuerdo a los manifestantes, las motivaciones del arresto son políticas. Se estima que unas 1.140 personas, entre ellos 10 periodistas, han sido detenidas desde el miércoles pasado, cuando comenzaron las protestas. Por su parte, Erdogan sostiene que la oposición desea desequilibrar su gobierno, utilizando las protestas. Paralelamente, Imamoglu fue confirmado como candidato del Partido Republicano del Pueblo (CPH), justo cuando se encuentra internado en la prisión de Silivri, donde van los presos políticos, ubicada en un antiguo suburbio de Estambul. La Unión Europea solicitó este lunes pasado al presidente Endogan, que se respete la democracia en el país. «Queremos que Turquía permanezca ligada a Europa, pero esto requiere un compromiso claro con las normas y prácticas democráticas», sostuvo el vocero de la Comisión Europea, Guillaume Mercier. Actualmente, la nación otomana es candidata a la plena adhesión desde hace más de 25 años, pero aún no se ratifica su incorporación. “Turquía debe defender los valores democráticos”, aseguró el vocero.
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