“No hay otra oferta: o los profesores acogen la que les hicimos o, lamentablemente, vamos a tener que descontar los días no trabajados y vamos a ir a Contraloría para que zanje de una vez si es obligación pagar este bono”. Así de enfático, el alcalde de Santiago, Mario Desbordes, abordó la decisión del Colegio de Profesores de iniciar un paro indefinido a contar de este miércoles, justo cuando los más de 25 mil estudiantes de la comuna debían iniciar sus clases en alguno de los 44 establecimientos administrados por el municipio. La última propuesta de la Dirección de Educación Municipal (DEM) es el resultado de las más de 10 reuniones sostenidas por el equipo municipal con la directiva comunal del gremio para destrabar el conflicto. Esto, debido a que los docentes exigen un aumento en los montos de las bonificaciones que reciben anualmente, cuestión que el municipio de Santiago no está en condiciones de concretar debido a un déficit financiero en la DEM de $26 mil millones, herencia de la administración anterior. Los bonos exigidos corresponden a una asignación de hasta un 30% del sueldo base de cada docente que se paga mensualmente en virtud de un convenio entre el municipio y los profesores según lo que autoriza la ley de Estatuto Docente.
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