El equipo regional de Tarapacá de la Defensoría de la Niñez, tras recibir alertas de otros organismos, se movilizó hasta el Complejo Fronterizo Colchane para conocer la situación de los niños, niñas y adolescentes presentes en el lugar. Allí, constató que, además de una denuncia de tráfico de personas, éstas se encontraban sin ingerir alimentos por más de 24 horas (uno de ellos con una grave crisis de salud por esa misma razón), baños insuficientes y en condiciones insalubres y falta de instalaciones para pernoctar. Esto último quiso ser subsanado habilitando un recinto pequeño con colchonetas, pero que no contaba con medidas de seguridad suficientes para protegerles de personas desconocidas que podían acceder al sector. “Es importante señalar que esta observación en terreno de la Defensoría de la Niñez se suma a otras realizadas en febrero, que a su vez respondían a un seguimiento a las recomendaciones que hicimos tras la observación realizada en septiembre de 2024 y a la verificación de los compromisos establecidos por la Subsecretaría del Interior en agosto del año pasado”, explicó el Defensor de la Niñez, Anuar Quesille. “Hasta ahora la respuesta de las instituciones responsables a nivel regional no han sido suficientes ni oportunas, lo que ha llevado a exponer a niños, niñas y adolescentes en situación de movilidad humana a vulneraciones de derechos”, señaló Quesille.
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