Con un total de 110 votos a favor y 38 en contra, este miércoles en un hito histórico, tras 19 años de discusiones bizantinas, finalmente la Sala de la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de reforma de pensiones, el que quedó listo para convertirse en ley, probablemente en el mes de marzo. Su aprobación dio un importante paso hacia su promulgación y la implementación de un cambio significativo en el sistema previsional del país. A pesar de la oposición infranqueable de Republicanos y Social Cristiano más el Partido Libertario en formación (cuyo líder es Johannes Kaiser), se impuso la urgente necesidad de reformar el sistema de pensiones de los chilenos. De esta forma, la Cámara, luego de una larga jornada de más de ocho horas, respaldó las modificaciones del Senado al proyecto que crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, mejora la PGU (la que llega a $250.000) y establece beneficios y modificaciones regulatorias. El hecho histórico, jamás habría podido concretarse, si no hubiera existido un acuerdo alcanzado por el Gobierno, con el respaldo del oficialismo y Chile Vamos. Ello, contrasta con la posición de los diputados opositores que votaron en contra (republicanos, SC y PL), quienes incluso no dudaron de llamar “traidores” a sus colegas de Chile Vamos, dejando así una fisura gigantesca, que sin duda ha marcado como una cicatriz a las fuerzas de derecha.
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