126 muertos y 188 lesionados, fue el trágico balance registrado tras un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richeter, como una profundidad de 10 kilómetros, que sacudió la mañana de este martes pasado la región de Tingri (Tíbet), en China. El sismo también fue percibido en India, Bután, Bangladesh y Nepal. El epicentro ocurrió en una región rural, donde hay grandes masas de población. Sin embargo, el movimiento telúrico fue capaz de derribar unas mil viviendas y provocar cortes de los suministros de agua y electricidad. El Centro de Emergencias del Tíbet, asignó a más de 1.500 bomberos locales para prestar ayuda a la población, buscando sobrevivientes. Tingri está rodeado de montañas, que conforman el Everest, donde reinan las bajas temperaturas. Se espera que el termómetro pueda llegar a más de 16 grados bajo cero. El Presidente chino, Xi Jinping, solicitó “esfuerzos exhaustivos para salvar vidas y minimizar el número de víctimas”. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, se ha registrado más de 40 réplicas en la zona.
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