Gritando fuerte y claro que “el acuerdo propuesto iba a ser rechazado”, varias delegaciones de países insulares y de estados menos desarrollados, abandonaron este sábado las conversaciones sobre el clima que tienen lugar en Bakú, capital de Azerbaiyán, en la COP 29. “Estamos acá para negociar, pero hemos dejado la sala porque tenemos la sensación de que no estamos siendo escuchados”, dijo la ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Muhamad. Fuentes de la delegación de la Unión Europea dijeron que entendían que las conversaciones, que debían haber terminado el viernes, continuarán. Varias propuestas de texto circulan entre los equipos negociadores, pero muchos países exigen compromisos más ambiciosos por parte de los países más desarrollados para ayudar a combatir el cambio climático y permitir a las ciudades adaptarse a los nuevos desafíos meteorológicos que supone el calentamiento global, especialmente en los países de menos recursos. “No podemos salir de Bakú como de Copenhague”, dijo el enviado especial del clima de Panamá, Juan Carlos Monterrey, en referencia a la cumbre del clima celebrada en la capital danesa en 2009, un encuentro que la comunidad climática internacional consideró un fracaso, al no lograr ningún acuerdo.
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