El proyecto de ley para crear el nuevo Ministerio de Seguridad Pública enfrenta retrasos significativos en la comisión mixta debido a discrepancias en sus disposiciones finales y en el manejo de las fuerzas policiales a nivel regional. Durante una reciente sesión, tensiones emergieron con la tardía entrega de indicaciones por parte del gobierno, lo que obligó a posponer la votación. La ministra del Interior, Carolina Tohá, propuso que la administración y supervisión de la policía a nivel regional deberían recaer en una nueva figura denominada “secretario regional ministerial” de Seguridad Pública, en lugar de los delegados presidenciales, sugiriendo un modelo de gestión más descentralizado. Pese a la aceptación técnica de esta propuesta por parte de asesores parlamentarios, legisladores de la oposición aún expresan reservas, especialmente sobre el control directo de las operaciones policiales. La reforma, que busca establecer un control administrativo, financiero y disciplinario de las fuerzas de seguridad más coherente y efectivo a nivel regional, es vista como crucial para mejorar la respuesta a los desafíos de seguridad pública. Sin embargo, la definición final sobre la estructura del nuevo ministerio y sus funciones sigue en debate, con la esperanza de resolver estos temas en la próxima sesión de la comisión.
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