Evo Morales junto a cinco partidarios iniciaron una huelga de hambre en la sede de la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico, para obligar al gobierno boliviano a entablar un diálogo con él, con el fin que se suspenda las imputaciones por presunto abuso de menores. Esta acción se suma a las tres semanas que sus seguidores realizaron protestas junto a bloques de caminos. “Nos mantendremos firmes en la defensa de mejores días para nuestra Patria y demandamos la inmediata liberación de los compañeros y compañeras injustamente aprehendidos durante la jornada de protesta”, señaló el ex Presidente. Morales insistió en entablar una mesa de diálogo de orden económico y otra política. El gobierno de Luis Arce, denunció el viernes pasado, la toma de tres unidades militares en la región de Chapare, provincia de Cochabamba. Aproximadamente unos 200 soldados habrían quedado como rehenes. El actual mandatario sostuvo, “Han tomado el lugar donde se encuentra el armamento militar en esas unidades, lo que constituye una acto criminal”, y agregó que era una “traición a la patria”. Por su parte, la oposición se queja del gobierno, ante la falta de decisión para mandar militares a las calles a desbloquear las rutas, situación que agrava la crisis económica del país.
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