En la noche del 15 de octubre, previo a un allanamiento en el Hotel Panamericano, el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, recibió una llamada crucial de la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien le informó sobre las diligencias policiales inminentes. Esta comunicación ocurrió después de que Eduardo Cerna, director de la PDI, le confirmara a Tohá la necesidad de la presencia de Monsalve en el hotel, desvelando un procedimiento que usualmente se realiza sin aviso para garantizar su eficacia. La PDI había solicitado al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago realizar el operativo en secreto, durante el cual se incautaron el teléfono y la ropa de Monsalve, implicado en una investigación por violación e infracciones a la ley de inteligencia. El escenario se complicó cuando los detectives no lograron localizar a Monsalve en el hotel, situación que llevó a Cerna a informar a Tohá, quien a su vez instó a Monsalve a estar presente. Esta serie de eventos fue confirmada por fuentes internas de la PDI, y refleja un nivel de comunicación y coordinación entre altos funcionarios del gobierno y la policía antes de un procedimiento clave. El caso, que ha suscitado grandes expectativas y preocupaciones, culminó con la renuncia de Monsalve después de que los detalles del caso se hicieran públicos días más tarde.
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