En Punta Arenas, los cambios geopolíticos y climáticos han impulsado un notable aumento en la actividad portuaria, transformando esta remota localidad en un centro estratégico para el comercio marítimo global. Según un reportaje de Americas Quarterly, el tráfico de buques mercantes en el Estrecho de Magallanes ha crecido significativamente, con un interés particular de potencias como China y Estados Unidos en esta ruta que conecta el Pacífico con el Atlántico. Sin embargo, la infraestructura portuaria actual es insuficiente para manejar el aumento del tráfico, lo que plantea desafíos significativos. A esto se suma el interés en el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde en la región, aprovechando el potencial eólico de Magallanes para producir energía limpia. La falta de instalaciones adecuadas para grandes buques limita la capacidad de la región para capitalizar plenamente estas oportunidades emergentes. La necesidad de modernizar los puertos se ha vuelto crítica, especialmente con la disminución de la viabilidad de rutas tradicionales como el Canal de Panamá y el Canal de Suez debido al cambio climático y conflictos políticos.
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