Tensión diplomática entre Argentina y Chile, generó la visita del mandatario trasandino al país, con motivo de asistir a un evento privado organizado por GasAndes, empresa de capitales argentinos, instancia en la que Javier Milei aprovechó para reunirse con representantes de gremios empresariales en suelo chileno. Lo extraño de su visita, es que no vino solo, sino que llegó con su hermana y secretaria general de la presidencia, Karina Milei, el jefe del Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, y el secretario de Recursos Naturales, Daniel González, es decir una comitiva al más alto nivel, que ameritaba ser rotulada como oficial y por ende, reunirse con el Jefe de Estado chileno. Sorpresivamente, en un gesto que incomodó -por lo poco diplomático- a muchos políticos, incluso de oposición, Milei ya en Chile manifestó no tener problemas para reunirse con Boric, eso sí siempre y cuando lo visitara en el hotel donde se está hospedando y en un horario fijado por él. El hecho fue visto en el Palacio de Gobierno chileno, como “una situación demasiado informal”, por lo cual no se consideró un encuentro entre ambos. La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, señaló este jueves que “habrá otras oportunidades. Lo importante es que las relaciones diplomáticas se mantienen y aunque no haya una visita oficial las cancillerías están en contacto”.
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