El Washington Post ha recomendado evitar el consumo de salmón chileno, basándose en un informe de Seafood Watch que destaca el alto riesgo ambiental asociado con su producción. Según la guía del programa del acuario de Monterey, el 64,8% del salmón chileno presenta un impacto ambiental significativo. El informe advierte que la producción de salmón en Chile, especialmente en regiones como Los Lagos y Aysén, utiliza grandes cantidades de antibióticos y pesticidas, lo que plantea problemas de resistencia y contaminación. La producción chilena de salmón, que se ha expandido rápidamente en la Patagonia y otras zonas, incluso dentro de áreas protegidas, contribuye a la sobreexplotación de los ecosistemas marinos. Las prácticas de sobreproducción han resultado en más de 100 infracciones ambientales sin sanción y varios procesos en curso. Para una dieta más sostenible, el Washington Post recomienda optar por salmón silvestre de Alaska, conocido por su menor impacto ambiental y pesca regulada. Este tipo de salmón, sin embargo, puede ser más costoso debido a su procesamiento local y métodos de captura más responsables.
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