El Presidente Gabriel Boric generó una nueva controversia con el Partido Comunista (PC) al criticar públicamente la situación institucional en Venezuela durante su gira por Europa. En una entrevista con Deutsche Welle, Boric expresó preocupación por el deterioro de las instituciones venezolanas, lo que llevó al gobierno chileno a presentar una nota de protesta al embajador de Venezuela en Chile. Estas declaraciones no fueron bien recibidas por dirigentes del PC, que históricamente han defendido al gobierno de Nicolás Maduro. El diputado Matías Ramírez, aunque reconoció la potestad del Presidente en asuntos internacionales, sugirió que Chile debería actuar como observador imparcial durante las próximas elecciones en Venezuela para fomentar relaciones más estables.
Por otro lado, el diputado Boris Barrera respaldó el compromiso de Chile con los derechos humanos pero cuestionó la crítica pública a las instituciones de otros países. Esta situación revive tensiones previas entre Boric y el PC, como el desencuentro por sus comentarios sobre el gobierno de Nicaragua y la declaración de Boric sobre el doble estándar en la política internacional de izquierda. A pesar de llamados a reconsiderar las relaciones diplomáticas con Venezuela, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, indicó que la decisión corresponde al Presidente y al canciller, quienes actualmente se encuentran en Europa gestionando estos temas.
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