Tras décadas de dictadura religiosa, donde una de las mayores afrentas a la fe musulmana era el consumo de alcohol, Arabia Saudita planea abrir su primera tienda de bebidas alcohólicas en su capital, Riad, exclusivamente para diplomáticos no musulmanes, informó Reuters. La primera tienda de su tipo es una medida deliberada del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, para abrir el país ultraconservador al turismo. La nueva medida, permitirá que los clientes extranjeros deban registrarse a través de una aplicación móvil, obtener un código de autorización del Ministerio de Relaciones Exteriores y así poder cumplir con las cuotas de compra mensuales. El Reino de Arabia Saudita se rige por la ley Sharia, según la cual está prohibido estrictamente beber alcohol. Su consumo está prohibido en todo el Islam y Arabia Saudita aplica leyes estrictas contra él, con penas que van desde azotes y deportación hasta multas y prisión. Sin embargo, bajo el gobierno del Príncipe Heredero y Primer Ministro saudita Salman, el país apunta a diversificarse económica, social y culturalmente. La «Visión Saudita 2030» también pretende diversificar las fuentes de ingresos del Reino más allá del petróleo, y esta tienda de alcohol podría ayudar a alcanzar el objetivo.
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