Los científicos han expresado su preocupación por una posible nueva pandemia que podría desencadenarse por el derretimiento del permafrost del Ártico. Según su investigación, los antiguos “virus zombis”, también conocidos como “microbios de Matusalén”, están congelados en el permafrost del Ártico y podrían desencadenar un brote de enfermedad importante si se liberan debido al aumento de las temperaturas globales. Anticipándose a esta amenaza, la comunidad científica está estableciendo una red de vigilancia del Ártico para detectar casos tempranos de una enfermedad causada por estos “virus zombis” antes de que se produzca un posible brote masivo. La viróloga Marion Koopmans, del Centro Médico Erasmus de Róterdam, respalda esta afirmación y afirma que el mundo desconoce los tipos de virus congelados en el permafrost del Ártico. Añadió que uno de estos virus podría desencadenar un brote de enfermedad similar a una forma antigua de polio. «Tenemos que asumir que algo así podría suceder», ha dicho Koopmans destacando la urgencia de la situación.
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