Mientras en el país crece el clima enrarecido por la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, en Londres, la destituída exembajadora de Chile en Inglaterra, la arquitecta Susana Herrera, selló su salida del cargo, brindando este viernes un portentoso evento, al cual estuvo invitado la “creme de la creme” de la sociedad londinense. Con fecha de salida para el martes 12 de septiembre, la renunciada embajadora aprovechó sus últimos días, para despedirse a lo grande, organizando un encuentro con los amigos en la residencia oficial de la embajada. Al evento, no habría asistido ningún funcionario de la Cancillería, los cuales no habrían sido invitados por Herrera, hecho que graficaría la pésima relación que cultivó la renunciada embajadora con el personal de la representación diplomática. El encuentro, que contó con un tradicional catering inglés, incluyó comida, postres y bebestibles, menaje, una elegante mantelería e incluso servicio de camareros y cocineros, habría sido autogestionado por ella misma, ya que la Cancillería informó que no existían ítems para realizar actos de este tipo. Susana Herrera tuvo que renunciar a su cargo, tras revelarse que hizo gestiones, a espaldas de sus superiores, ante el Gobierno Regional del Bío Bío, para adjudicarse un proyecto inmobiliario personal por un monto de US$5 millones en la comuna de Santa Juana, arrasada por los incendios forestales del verano pasado.
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