Alexis Ramírez González
Estudiante de administración pública
Universidad Católica del Maule
En Chile el régimen democrático busca garantizar la participación ciudadana y el respeto por los derechos fundamentales. El mecanismo de la democracia representativa funciona en base a la elección de representantes que ejerzan el poder político a través de la toma de decisiones que respondan a las demandas de la población. Sin embargo, en la actualidad, la democracia enfrenta una serie de desafíos que cuestionan su capacidad para responder de manera eficaz a las demandas.
La falta de eficacia en las respuestas decisionales del mundo político genera una crisis de representatividad en diferentes sectores de la población, muchas veces la causa reside en la desconexión que tienen los representantes del mundo político con las necesidades reales y los anhelos de la población. Cuando esto ocurre se genera un quiebre en la confianza que deposita la ciudadanía en los candidatos y el sistema, además, se genera desinterés en participar activamente, en vista de que las soluciones propuestas a las demandas muchas veces no responden a la demanda en sí, sino a los intereses de los candidatos involucrados, o de una manera muy parcial con soluciones poco eficaces.
Por otro lado, a pesar de los avances en la promoción de la participación ciudadana, muchas personas aún se sienten desconectadas de los procesos políticos. Para abordar esta problemática, no basta con fortalecer la educación cívica, sino además promover mecanismos de participación más inclusivos y accesibles, que permitan a todos los ciudadanos ejercer su derecho a influir realmente en las decisiones que los afectan, no delegando todo a la mera representación. En este sentido, pareciera ser que el sistema democrático debiera progresar, dado que se encuentra en deuda con la ciudadanía, a causa de un sistema democrático representativo que es insuficiente, ya que los candidatos no responden con soluciones eficaces a las múltiples necesidades a los diferentes sectores.
Frente a esto, la democracia directa podría presentarse como una posible solución a la falta de representatividad, dadas las necesidades múltiples cada vez más específicas de la sociedad. “Es claro que el progreso democrático en el campo de la participación ciudadana exige avanzar en las distintas manifestaciones de la democracia directa.” (Vargas, 2007). Mecanismos que recopilen las opiniones de la ciudadanía, e incentiven el debate público para la toma de decisiones, podrían ser clave para formular soluciones eficaces, tomando en cuenta la voz de la gente desde la etapa temprana que involucra generar un diagnostico de las necesidades. Además, la democracia directa supondría fomentar la educación cívica y la participación ciudadana, dos ejes relevantes para mantener una democracia sana y estable.
Por otra parte, considerando el contexto actual del mundo y nuestro país, sería interesante incorporar mecanismos democráticos que involucren participación directa de la ciudadanía a través de las tecnologías de la información y la comunicación, que brinden la oportunidad de crear debate público, y canalizar las demandas a través de plataformas tecnológicas, que al mismo tiempo ayuden a la ciudadanía a comprender mejor los temas que están en discusión. Esto a su vez supondría nuevas posibilidades en la comunicación entre los ciudadanos y los representantes políticos, generando dinámicas ligadas a la inmediatez, y a la participación democrática a través la red.
La democracia dentro de las posibilidades sigue siendo el mejor instrumento para integrar a todas y todos de manera constructiva en la sociedad, sin embargo, tiene desafíos ligados a la representatividad, es por eso por lo que la implementación de mecanismos directos a través de las tecnologías de la información y comunicación podrían ser una manera innovadora de recoger las necesidades reales de la ciudadanía, puesto que las maneras tradicionales de involucrar las opiniones de la ciudadanía a través de las representación muchas veces ofrece soluciones ineficaces a las necesidades existentes. Si bien una democracia directa con el uso de tecnologías involucraría otros nuevos tipos de desafíos, es una opción que no puede ignorarse, sobre todo en una sociedad que está cada vez más involucrada con las tecnologías en las dinámicas de la vida en sociedad.
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Publimicro.
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