Sebastián Fuentes Barraza
Sociólogo
El caso de la Fundación Democracia Viva, integrada por miembros de Revolución Democrática, inevitablemente recordó la ya famosa frase de Giorgio Jackson, líder de Revolución Democrática, cuando dijo eso de que “nuestra escala de valores y principios dista de la generación que nos antecedió”. Conocido el caso de Democracia Viva, ¿Qué se puede pensar ahora de Revolución Democrática?
Una posibilidad es pensar que empleen una instrumentalización de la política. Esta alternativa implica que el colectivo finge objetivos inspiradores, progresistas o derechamente populistas, es decir, promesas imposibles de realizar para ganar votos, escondiendo detrás segundas intenciones, que son esta vez, objetivos realizables, como obtener réditos económicos una vez adquirido el poder político.
Como antecedente que apoya esta alternativa está el hecho que a días que Gabriel Boric ganara las elecciones, fue creada la fundación Democracia Viva, avizorando la posibilidad de hacer contratos directos con Serviu de Antofagasta que fue controlado por un miembro del partido Revolución Democrática. ¿Era este un mecanismo avalado e instalado por el partido para conseguir recursos económicos? Esta línea es la que debe investigar ahora la fiscalía.
Una segunda posibilidad, es que ni Giorgio Jackson ni la diputada Catalina Perez supieran algo al respecto, y que esto fuera un desliz que solo involucra a los dos miembros firmantes de los convenios. A esto le llamarían una “falta de criterio político” y se solucionaría apartando a los que no están en la “escala de valores y principios del partido”. Esta es la línea que ha seguido la diputada en sus declaraciones a falta de conocer la opinión de Jackson.
De esta alternativa, vale la pena revisar si contribuye a mantener una irrealidad egocéntrica propia de la juventud del partido, la cual propone llamados de ideales superiores para tomar las riendas del país, pero que, al dar el paso, se evidencia una ausencia de pruebas que los sostengan, porque ¿en qué se habrá basado Giorgio Jackson para creer que su generación es moralmente superior?
Lo cierto, es que mucho más realista es pensar que los que no se venden por dinero son agujas en un pajar, por tanto, no habría por qué pensar que su generación o lo que es lo mismo, el Frente Amplio, sería moralmente superior. Mejor sería aceptar que moralmente no distan de otro colectivo humano. Puede llegar el caso que como país, no una alianza política, sino como país, se transite a una escala de valores que disminuya la corrupción, pero ese cambio cultural, en vista de los hechos, se ve lejos de alcanzar.
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Publimicro.
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