La tormenta solar más poderosa de que se tiene registro en casi seis años, golpeó la Tierra este viernes 24 de marzo, tomando por sorpresa a los meteorólogos del espacio, por lo que se esperan efectos notorios en la órbita y posiblemente en la superficie de la Tierra. El evento geomagnético alcanzó una categoría 4, en una escala de gravedad que, según su intensidad, califica a las tormentas solares en leve (G1), moderada (G2), fuerte (G3), severa (G4) y extrema (G5). La Administración Nacional y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), advirtió que, durante esta tormenta solar severa, las partículas cargadas que penetran el campo magnético de la Tierra aumentaron significativamente la densidad de la atmósfera, lo que hizo que los satélites en la órbita baja fueran arrastrados hacia la superficie. Asimismo, indicaron que se registraron fallas frecuentes en el sistema global de navegación por satélite, lo que incluyó a los servicios de GPS o sistema de posicionamiento global. Además afectó a las redes eléctricas y los sistemas de voltaje. Las regiones más altas de Estados Unidos, Canadá y la parte sur de Sudamérica, fueron las más afectadas.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis