Luego de los dos terremotos que afectaron tanto a Turquía como Siria, los cuales hasta el momento se calcula que han provocado la muerte de más de 6.000 personas, el Gobierno turco anunció inmediata ayuda a las víctimas de este desastre. Desde Ankara se anunció el establecimiento de un estado de emergencia por 3 meses, en las 10 provincias turcas afectadas por los sismos y sus réplicas, lo cual significa establecimiento de rígidos protocolos sanitarios, económicos y logísticos hacia dichas zonas. Los rescatistas que están en el epicentro de los terremotos, trabajan contra el clima y el tiempo, ya que deben efectuar sus labores en escenarios de frío intenso, lluvia y nieve. Muchos sobrevivientes prefieren permanecer al aire libre, a pesar del frío que reina, que volver a la inseguridad que les da lo que queda de sus casas. .
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