Los científicos de la Universidad de Southampton, Inglaterra, en conjunto con la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), realizaron un estudio para determinar si era factible la presencia de coronavirus en ciertos envases de alimentos, por varios días. Se concentraron en todo lo que no fuera necesario cocinar ni lavar, para que el consumidor se lo llevara directamente a la boca, manipulando los alimentos deliberadamente para que el virus estuviera presente. Los resultados mostraron la presencia del coronavirus, aún cuando el riesgo de contraerlo a través de los alimentos es muy bajo. Sin embargo, la mayoría de ellos tuvieron una “caída significativa” de los niveles del virus a las 24 horas, pero en otros los niveles de Sars-Cov-2, estuvieron presentes por una semana. Por ejemplo, el virus dura más en verduras como brócoli y frambuesas, por su superficie irregular, en las carnes y el queso, pueden permanecer durante una semana y en superficies de plástico por unos 7 días.
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